lunes, 23 de mayo de 2011

MALAS PALABRAS



"Las únicas Malas Palabras son las que se callan"





Una obra de teatro echada a andar para que ancianos, adultos, jóvenes y niños tengan presente que nos tocó vivir un espacio-tiempo en el que la protesta a través de la palabra dicha es hoy necesidad perenne a atender por todos los mexicanos que consideren que su país merece una realidad distinta…
"Malas palabras", de Perla Szuchmacher, llegó a mí aproximadamente hace un año buscando monólogos para una propuesta laboral que le extendí al ICBC, representación Tecate. Desde la primera vez que leí el texto me cautivó por la capacidad que tiene de conmover al lector/espectador. Tiempo después surge la propuesta por parte del director teatral Juan José Luna de montar la obra con el apoyo de la productora Sara Rubalcava; acepté encantada y a finales de 2010 comenzamos el proceso de montaje, sin embargo, los derechos nos fueron negados hasta que a principios de 2011 gracias a la labor de persuasión de Juan José, Micaela Gramajo Szuchmacher, hija de la fallecida dramaturga, nos cedió los derechos de la obra.

El espectáculo unipersonal de "Malas palabras" fue ganador del premio FILIJ de dramaturgia: "El mejor teatro para niños" en el año 2001. La historia parte del personaje de Flor, una joven escritora que comparte cómo justo antes de cumplir los diez años de edad se entera que es adoptada. Durante su relato se hace acompañar de distintos personajes entre los que destaca "el pelos", un entrañable amigo de la infancia con quien comparte e inicia una peculiar relación con la palabra, que años después la llevaría a convertirse en escritora.
Como mujer, madre, ciudadana y actriz no puedo dejar de preocuparme porque mis acciones se apoyen en un fin concreto y ante todo útil. Soy consciente del compromiso que recae sobre mí al momento en el que el otro (espectador) ofrece expectante 40 minutos de su existencia a escuchar, pensar, ver y sentir a partir de las palabras y acciones interpretadas en escena.
Mayor se vuelve el compromiso cuando se vive en un país cuya condición socio-política es ya insostenible, cuando la cifra "oficial" de los muertos a consecuencia de la guerra contra el narcotráfico emprendida a oídos sordos por el "presidente" Felipe Calderón, asciende ya a 40000 víctimas, cuando se es testigo de que la gente desesperada ve en cada glorieta o recinto público el púlpito idóneo para expresar su descontento pidiendo: ¡No más sangre!, cuando el lumpen está a cargo de la seguridad y derechos de la sociedad, cuando uno observa cómo el que se atreve a alzar la voz amanece colgado o degollado, cuando los secuestros, extorsiones y amenazas telefónicas están a la orden del día, cuando la política del miedo es vista como artilugio de sometimiento, cuando se sale a la calle a caminar y encuentras que tu suelo es ahora terreno de militares, cuando vives en un país con carencias mayúsculas en el que sólo unos cuantos tienen derecho a la educación y satisfacción de necesidades básicas. Alzarte en un escenario bajo tal contexto precisa que cada palabra, cada acción, deba por fuerza guardar bajo sí un motivo lo suficientemente válido para ser.



En algún momento me cuestioné si "Malas palabras" era el tipo de obra de teatro que mis conciudadanos precisan en este momento. Tuve dudas que hoy se han disipado porque a mi alrededor veo gente con ánimo de lucha, con deseos de cambio, y para alimentar el ímpetu de re-evolución, para combatir el miedo y el estancamiento, creo firmemente que no hay mejor aliado que la palabra vuelta acción, de ella partimos y nos alimentamos todos aquellos que creemos que nuestro país tiene derecho a la paz, a la igualdad, a la educación, a la justicia, pero ante todo a la vida.

"Ahora sé que las únicas malas palabras son las que se callan" termina diciendo Perla Szuchmacher a través del espectáculo que hoy nos ocupa, una obra de teatro dirigida a todos aquellos que al igual que yo opinen que el silencio es una manifestación de la voluntad cuya elección, ante la actual condición de nuestro país, nos vuelve cómplices y culpables. Una obra de teatro echada a andar para que ancianos, adultos, jóvenes y niños tengan presente que nos tocó vivir un espacio-tiempo en el que la protesta a través de la palabra dicha, ante las atrocidades que azotan nuestra patria, es hoy necesidad perenne a atender por todos los mexicanos que consideren que su país merece una realidad distinta.



Daimary Moreno



** “Malas palabras” se estará presentando todos los viernes y sábados del mes de mayo en “Las Tablas Café y Teatro” a las 8 pm. Dirección: Ave. Unión No. 2191, Col. Marrón, Tijuana, B.C. Reservaciones al (664) 380 7244 / Cel (664) 110 5052 / Radio 152*15*27951.



ARTICULO TOMADO DE BITACORA CULTURAL
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